Si acabas de llegar a la newsletter, y no sabes que es esto del viaje del propósito, te recomiendo que leas primero este post. Así te pones en situación.
También puedes leer alguno más, así te sitúas más en mis mierdas mentales, e igual piensas que estoy menos chalado. O todo lo contrario.
Bien.
Ya tenía ganas de sentarme y dedicar un rato del viaje a aclarar ideas, y a intentar ordenarlas.
Llevo dos días de ruta, y ambos días, he reflexionado, he divagado, y luego lo he volcado en mi libreta, pero no había hecho este proceso de aclarado.
Estos es como cuando vas a lavar tu coche.
Primero tienes que meterle un buen rato (no llevo solo dos días, esto viene de largo) con el modo “limpieza”. En ese modo, lo que sale de la manguera lleva mucho jabón, y evidentemente el coche se llena de espuma.
Es una espuma necesaria. Sin jabón no hay limpieza, aunque a veces escueza, especialmente si entra en los ojos.
Luego, cuando ya lo tienes limpio, tienes que aclararlo. Hay que quitar todo ese jabón y ver que ya no hay suciedad.
Para acabar, y después del aclarado, ya va el abrillantado.
Pues a nivel personal, creo que el proceso sería más o menos igual.
Creo que, en lo que respecta a este viaje, y a mi fase, en la búsqueda de ese propósito, de ese algo más que no sé qué cojones es, he hecho un buen enjabonado estos días, y hoy quería empezar a aclarar cosas.
Y para ayudar en el proceso, he decidido meterme aquí:
Aunque no estaba tan fría como cuando fui a Galicia, para alguien del mediterraneo… jooooder.
Bien, seguimos.
Atención que viene la parte buena del email, porque igual mis primeras conclusiones te dejan con el culo más torcido que la torre de pisa.
Creo que ya tengo claro cuál es mi propósito.
Pero antes, tenemos que remontarnos al lunes, que tuve sesión con mi terapeuta.
Ella ha sido parte responsable en todo esto del viaje, así que lo primero, gracias Verónica. Seguramente sin tu ayuda, ahora no estaría haciendo algo que hacía años que quería hacer.
En la sesión del lunes, estuvimos hablando de este viaje, de como enfocarlo, me dio algunas pautas, y hablamos del tema del propósito.
Y la cosa fue más o menos así:
-Verónica, necesito encontrar mi área de excelencia. Mi propósito. Eso que estaría haciendo toda la vida, aun sin cobrar. Me alucina ver a la gente que habla con una pasión desmedida por algún tema, y se pasan la vida con eso. Quiero encontrarlo.
-Fran, ¿quieres que te diga algo?
-Por favor.
-Vale Fran, eso en tu caso, no va a pasar.
-What the fuck?!!!
-Tu personalidad no es así. Tú no puedes estar siempre haciendo lo mismo. Más o menos de cada 4-6 años, vas a querer cambiar. Te van a interesar cosas distintas. Por lo que me has contado de tu vida, de como funcionas, creo que sé qué tipo de persona eres, y eso a ti no te va a pasar. Y no pasa nada, está perfecto, solo tienes que aprender a gestionarlo y a enfocar tu vida a partir de ahí.
Mira, solo por esa maldita frase, solo por esos 10 minutos de conversación, te juro siento que, empezar a trabajar con ella, ha sido una de las mejores inversiones de mi vida.
De nuevo, gracias Verónica.
Le he dado muchas vueltas desde el lunes, y la maldita verdad, es que no voy a tener un propósito específico, un interés concreto y para siempre en algo, y está bien así.
Y joder… es que, para mí, tiene todo el maldito sentido del mundo.
Si echo la vista atrás, puedo ver perfectamente en mi vida, esos cambios de cada 4-6 años. Unas veces en el aspecto laboral, otras en el personal. Pero siempre cambios, y gordos.
Si parto de mis 18 años, a los 3 años, decidí cambiar de carrera.
Con mi exnovia, lo dejé a los 6 años de relación.
Mi etapa trabajando por cuenta ajena, la cerré a los 6 años.
Cuando mi hijo mayor tuvo 5 años, y después de mucho empujar por parte de mi mujer, acepté tener otro.
Llevo 3 años con el mismo tipo de negocio online, y ya estoy pensando en que más hay por ahí.
Estamos 3 años viviendo en la playa, en un ático que flipas, con una terraza obscena y unas vistas dignas de un maldito millonario (gracias suegra por dejarnos vivir ahí), y ya estoy hasta los huevos de vivir ahí.
No falla. Matemática pura.
Así que de los primeros días de mi viaje, de la conversación con Verónica, y de todo mi background, creo que ya he conseguido aclarar, que eso que yo buscaba, no va a pasar.
Y está perfecto que sea así.
Mis intereses irán cambiando cada cierto tiempo, pero creo que siempre tendrán algo en común. Algo que aún estoy enjabonando para ver como de limpio queda, y enseguida me pongo a aclarar.
De ese algo común, hablamos pronto.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: ¿Ya sabes por qué esta newsletter se llama Dispersos de mierda no?
PD2: Casi siempre he publicado los domingos a las 09:00 h, pero estos días, seguramente publicaré, si lo hago, cuando pueda o me apetezca. Lo que pase antes.