En esta segunda parte, mi idea era contarte ese nexo común que he encontrado en todos los intereses que me van surgiendo, pero (casi siempre hay un maldito pero) el día de ayer fue de esos días moviditos que te lo trastocan todo, y tengo ganas de contártelo.
Y he preferido hacerlo hoy, después de dejarlo reposar. Igual que mañana o pasado, te contaré como me ha ido hoy. Como avance te diré que he visto a dios, con mis propios ojos.
Pero volvamos al domingo.
Ese día empezó mal, la verdad.
Realmente, el sábado ya acabó mal, así que el domingo fue una continuación del día anterior.
Poco antes de acostarme, la electricidad de la furgoneta se fue a tomar por culo, y claro, en una furgoneta como esta, donde todo está electrificado, no light, no party.
Las camas bajan con un botón, el inodoro está escondido y sale con un botón, el agua si el motor no va, no sale… y así todo.
Como pude, bajé forma manual, una de las camas pequeñas, y dormí allí medio acurrucado. Me costó conciliar el sueño, pero bueno, no dormí mal.
Al despertarme, el día empezó, como había acabado el anterior, es decir, sin luz, así que como pude, me hice el café (el gas es lo único que funcionaba) y me lavé los dientes con agua embotellada.
A partir de ahí, pasaron una serie de cosas, y tomé unas decisiones, podríamos decir, malas.
Salí a hacer una ruta, de en teoría 1 hora, con las Saguaro (unas zapatillas minimalistas que casi no tienen ni suela), porque las de Trail las tenía mojadas. Era solo 1 hora y por pista forestal.
En el camino, conocí a un señor, nos pusimos a hablar, y cuando me di cuenta, habíamos hecho 11km, llevaba 3 horas, habías llegado al Refugio de Brañagallones.
La verdad es que fue una gozada compartir la ruta con ese señor, pero cuando llegamos arriba, yo no sabía si dentro de los zapatos estaban mis pies, o había dos muñones.
Mi idea era descansar en esa zona (una absoluta pasada), avisar a mi mujer de que estaba bien, y bajar con el “Taxi” (un tractor con un remolque lleno de personas), porque con el estado de mis pies, cascarme 11km de bajada, me resultaba inviable.
Al llegar… cero cobertura. Nada. Ni para llamar.
Para redondearlo, en ese mismo momento, el taxi bajaba, y no volvía a subir a por gente hasta las 17:30h. Y claro, eran las 13:00h, y estaba sufriendo porque mi mujer no sabía nada de mi hacía horas, y le había contado mis problemas técnicos. Además, la había avisado de que iba a estar sin cobertura. En teoría me iba solo para una hora.
Total, que decidí bajar con el taxi para avisarla. Es decir, que me casqué 3 horas largas de subida, reventándome los pies, para no poder estar ni 5 minutos en la pasada de zona de Brañagallones.
Al bajar, no sabía qué hacer, porque o buscaba un camping con toma de luz, o un hotel. Decir probar en un camping, pero cuando llegué, estaba lleno de gente, y como ni se dignaron a salir a la recepción, me piré.
La verdad es que me fui mosqueado, entre en la fugo, y comí un trozo de pan con queso. Eso fue mi comida del sábado.
Si te soy sincero, cuando decidí pillar el taxi para bajar, después de la subida, se me puso un nudo en el estomago y con todo lo de después, no me lo quité.
Tenía una sensación de mierda. Un sentimiento de que ese día, me estaba saliendo todo mal, no sé, estaba como nervioso porque no estaba aprovechando el tiempo (quédate con esto que será importante en próximos correos).
Pero se hizo la luz, bueno el agua en este caso.
Al pillar el coche, después de mi supercomida, y dirigirme a Covadonga, donde iba a dormir, vi esto en un cruce de carretera.
Y literalmente, me iluminé.
Aparqué como pude la furgo, me baje, me di un paseo hasta ese rio, y metí los pies ahí dentro.
Mira… mi día dio un vuelco de 180º.
Me relajé, y empecé a pensar que todo era una enorme paja mental que me estaba montando yo, porque realmente, el único problema de ese día, es que había cosas que no estaban saliendo como yo quería. Y joder, me doy cuenta de que esto es algo que me pasa mucho.
Si se me tuerce un plan, me bloqueo, creo que no estoy aprovechando el tiempo. Pero en ese momento, y gracias a ese río, me dije:
“Fran, tienes que fluir joder.
Además…
Si la furgoneta no tiene luz, pues te vas a un puto hotel, ya ves tu la chorrada.
Si no has podido ver el Refugio de Brañagallones, pues mañana verás los lagos de Covadonga, y ya tienes una excusa para volver aquí.
Y si no has comido en condiciones, pues te pegas un homenaje para cenar”
Ese cambio de chip, acabo con:
Recorrer los 25km de carretera más bonitos que he hecho en mi vida, por la AS-254.
Poder parar en una zona cojonuda con la campera, que además, al ponerme en ruta, la luz volvió a funcionar.
Comerme para cenar, el mejor solomillo que he probado. O al menos que yo recuerde. Qué locura.
De esto, al menos yo, saco algunas conclusiones, que te las voy a compartir, no sea cosa que te sirvan de algo. Quién sabe.
Para empezar, está clarísimo, que la vida no es lo que pasa, sino tu interpretación de lo que pasa. No hay duda.
Pero es que además, otra cosa a la que estuve dándole vueltas ayer, era porque nos resulta tan fácil anclarnos en pensamientos negativos, y tan difícil anclarnos en los positivos, o darles la vuelta a los primeros.
Parece que tengo la solución, o al menos, una posible respuesta.
Y va de evolución, de supervivencia, y de adaptación.
A lo largo de la evolución de la especie, la capacidad para detectar amenazas y peligros ha sido fundamental para la supervivencia. O estabas atento, o te comía un león. O aprendías a distinguir las frutas venenosas, y tendrías una dulce muerte.
Total, que esta tendencia a centrarse en lo negativo, como se que ha quedado instaurada en nuestro mindset, y quitarla de ahí, cuesta un montón.
Y esto, tiene que ver mucho con mi propósito, muchísimo, porque el propósito del Fran, padre de familia, es ni más ni menos que ser el faro, el guía de mi familia, y si el faro de la familia, no sabe relativizar, e interpretar las cosas que vengan de forma negativa, para transmitir una visión positiva, nunca mejor dicho, apaga y veámonos.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: Repito, quédate con la idea de aprovechar el tiempo, que tendrá sentido próximamente.
Muchos aprendizajes para aplicar desde ya.
Me ha gustado mucho este email 🙌🏻
Yo tengo muchas veces la sensación de no estoy aprovechando el tiempo y como dices me siento mal por ello.
Lo intento controlar y relativizar pero me es complicado.
Así que esperando la próxima edición a ver que cuentas de este tema 😄