Hablemos de los rebaños, y no de los de ovejas.
Y ojo, porque si has leído el título del post, o asunto del email, no entenderás nada, porque voy a empezar hablándote de los Nazis, y del Holocausto.
¿What the fuck Fran?
Espera que ya voy.
Casi todo el mundo sabe qué pasó en la Segunda Guerra Mundial, y la barbarie que supuso el Nazismo para la humanidad, pero lo que no mucha gente sabe, es que el odio hacia los judíos, comenzó algunas décadas antes.
De hecho, muchas familias judías, huyeron de la zona antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial.
Una de ellas, la de un chaval de 13 años llamado Solomon Asch.
Un chaval que años después, en los 50, se convirtió en uno de los referentes mundiales en psicología social.
Entre otras cosas, porque descubrió el síndrome de Solomon. Bastante conocido a poco que te adentras en temas de psicología.
Te cuento el experimento, que es oro puro.
Cogió a un grupo de personas para hacer una prueba de lo más tonta: mirar varias líneas y decir cuáles tenían la misma longitud.
El truco estaba en que, salvo uno, el resto eran actores.
Y todos, con cara de póker, daban respuestas claramente equivocadas… a propósito.
Lo que se pretendía estudiar era que cojones decía el pobre pringado, sujeto del experimento, al ver que el resto se equivocaba.
¿El resultado?
Más del 75% de las personas, daban la misma respuesta que el resto (actores) a sabiendas de que era claramente errónea.
Sabían que era un error. Pero lo repetían igual.
Solo por no salirse del rebaño.
Y ahí es donde nace el síndrome de Solomon.
Este síndrome es un virus silencioso que te susurra al oído:
“No seas raro. No llames la atención. No digas lo que piensas. No hagas lo que quieres. No seas tú.”
Porque claro… ¿Y si no te aceptan?
Y al final, eso se traduce en falta de autoestima y confianza.
Y lo peor no es solo que vivas en modo avión…
Es que acabas rabiando por dentro cuando ves a alguien que sí se atreve.
Y de ahí a la envidia, al rencor y a vivir con cara de acelga, hay medio paso.
No sé si estás en un momento de tu vida en el que quieres hacer cambios.
No sé si estás hasta los cojones de tu jefe, de tu pareja, de tus amigos, o si todo va bien, pero tienes un proyecto desafiante por delante, y no sabes como afrontarlo.
Lo que sí sé con casi seguridad, es que no te das el permiso ni el tiempo suficiente para pensar en todo ello y tomar acción.
Y lo sé porque yo también tengo trabajo, hijos, viajes, y mil millones de cosas, que muchas veces no me dejan pensar en nada más. Que no digo que no sea importante, pero parar a pensar en lo otro también lo es y mucho.
Por eso quiero invitarte a que si esto resuena contigo, te vengas a la próxima edición del CreaTuVida.
Si eres nuevo por aquí, lee con calma la página de abajo, y si ya sabes de qué te hablo, la lees también con calma, porque igual algo hace clic en tu cabeza.
Casi siempre, cuando haces algo que te saca del rebaño, aunque sea un poco incómodo, al principio… empieza la buena vida.
Y si tienes dudas, haz este ejercicio.
Mira a las 10 personas más cercanas que tienes.
¿Son felices?
¿Viven como quieren?
¿O siguen arrastrándose con la manada, esperando que algo cambie sin mover un dedo?
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: También puedes escribirme y preguntarme lo que quieras.