Llevo queriendo escribir por aquí un par de semanas, pero no ha habido manera.
El último post lo escribí el 19/12, eso implica que llevas dos semanas sin leer mis pajas mentales, y eso no mola. Y no por ti, sino por mí. Al final entenderás por qué digo esto.
También llevo varios días queriendo pararme a escribir mis propósitos para 2024, y tampoco ha habido manera.
Bien.
Ahora es cuando podría ponerte (ponerme) mil excusas y decirte que si hemos pillado un gripazo que aún coletea, que si tengo mucho trabajo, o que si estoy contando minutos para volver a la normalidad y que ya está bien de tantas fiestas, niños sin cole, y todo eso, pero la verdad es que serían solo eso, excusas.
Porque cuando quieres hacer algo. Cuando lo quieres de verdad. Cuando ese algo quema en tus entrañas… sacas el tiempo de donde sea. Y durante estos días, no mucho, pero sí he tenido tiempo para escribir aquí.
Así que supongo que no tocaba, y punto.
Y creo que es importante tenerlo claro, para quitar esas “excusas” de la mente, porque no hacerlo, es una forma estupenda de no responsabilizarte de tu vida, de lo que haces o dejas de hacer, y de echar siempre la culpa a tus hijos, a tu mujer, o a Pedro Sánchez.
Propósitos
Lo bueno de no haber escrito aún mis propósitos para 2024, es que aún no he empezado a pasármelos por el forro de los cojones, por tanto, aún no ha empezado esa sensación de culpa.
Aunque también te digo, que los últimos años, he sido bastante fiel a esos propósitos, y aunque no todos, he cumplido muchos, y creo que ha sido así gracias a 5 cosas, que te voy a contar, por si te ayuda:
Ponerlos por escrito.
Hacerlos públicos.
No fliparme poniendo mucho.
Revisarlos mínimo una vez cada 3 meses.
No buscar el 100%, y saber que un 80% está muy bien.
Tanto la escritura (y si es a mano en una libreta mejor), como el hacerlo público (hoy lo haré por aquí, y seguramente lo haré también a mi comunidad de negocios de membresía), hacen que te comprometas más.
Otra cosa que creo que es importante, es no poner muchos. Es importante no fliparse, y es mejor poner de menos, que poner de más.
El ser humano funciona con circuitos de recompensa, y si te pones 10 propósitos, y solo cumples 4 o 5, lo sentirás como mal. Si te pones 6 y cumples 4 o 5, te sentirás mucho mejor, y el resultado será el mismo.
Márcate un número de propósitos, de objetivos, que sepas que puedes cumplir como mínimo un 80%, y ten claro, que eso estará muy bien.
Y mi parte preferida.
Date algún regalo o recompensa si los cumples, algo que te dé un chute de placer momentáneo, que sabes que se esfumará rápidamente, pero que te motive para mover el culo.
Te pongo un ejemplo. Este año, como he conseguido mi objetivo de facturación, me he regalado para reyes un Apple Watch nuevo. Y si el año que viene cumplo lo que quiero, me compraré una cafetera que si le enseñase el precio a mi madre se desmayaría.
Los míos
Ahora voy a contarte mis propósitos para este año, que igual no te interesan, pero como te decía, si lo hago, es más fácil que los cumpla.
Serían estos:
Hacer 10.000 pasos al día, mínimo 5 días a la semana. Tener un negocio online y trabajar en casa está muy bien, pero me paso el puto día sentado en una silla. Cuando trabajaba por cuenta ajena, había días que andaba 10km. Ahora es de risa. La media del año pasado fueron 5.700 pasos, y creo que ese es uno de los motivos por los que me cuesta tanto perder grasa.
Llegar a un 15% de grasa corporal. Hilado con el anterior. En 2023 me propuse llegar a un 20% de grasa, y lo he conseguido. He pasado de 86kg y un 26%, a 77kg y un 20%, que aunque sinceramente creo que es muy poco para un año, me doy por satisfecho. La cosa es que me cuesta mucho bajar grasa, y como te decía, creo que tiene mucho que ver con lo poco que me muevo durante el día (aunque hago mucho deporte). Así que vamos a probar con los pasos.
Meditar mínimo 5 días a la semana. Propósito fallido de 2023, y vuelvo a la carga este año. Estuve meditando casi a diario durante dos años, y el nacimiento de mi segundo hijo en noviembre de 2022, me reventó este hábito. Quiero recuperarlo.
Facturar 100K. Sé que no es una cifra muy alta, pero será un buen logro. Y el reto será hacerlo sin aumentar mucho los gastos, y sin trabajar más. Si tengo que hacer alguna de estas dos cosas, la facturación para su madre, que yo no la quiero.
Aprender a tocar el piano. Siempre he querido aprender a tocar el piano, y ahora que mi hijo está yendo a clases, voy a ver si me motivo para empezar. En mi vida he ido a música, así que esto va a ser un reto gordo. Muy gordo. Pero necesito hacer algo, tener algún hobby, por el simple hecho de tenerlo. Sin beneficios, rentabilidades, ni expectativas de ningún tipo. A ver si en las navidades de 2024 puedo tocar “we wish you a merry christmas”.
Seguir mejorando mi inglés. Este año he notado cierto avance, y estoy contento. Pero debo seguir. Mi objetivo para 2023 era poder entender una entrevista de inglés, y vamos… de eso nada monada. He mejorado bastante, es verdad, pero vamos, ni una tercera parte de lo que yo pensaba, así que vamos a ver si a final de 2024 ya puedo seguir una entrevista corta en inglés, y sin subtítulos, claro.
Si consigo cumplir con 5 propósitos de estos 6, me daré por satisfecho, pero voy a ir a por los 6.
Detalles que cuentan y lo hacen más fácil
Supongo que alguna vez, y si no siempre hay una primera vez, habrás escuchado eso de los objetivos SMART.
Para mí un propósito es como un objetivo, y creo que al igual que estos segundos, los propósitos también deben ser SMART, es decir, deben ser específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y de duración limitada (Time-bound).
Si te fijas, mis 4 primeros propósitos, son muy así. Es muy fácil medir si cada semana cumplo con los 10.000 pasos, mínimo 5 días.
Pero… los propósitos 5 y 6, no son tan fáciles de medir. ¿Cómo mides “aprender a tocar el piano” o “seguir mejorando mi inglés”? No es tan fácil, y por eso he puesto las dos formas en las que comprobaré si he logrado el objetivo o no.
Por una parte, saber tocar we wish you a merry christmas, y por otra, seguir una entrevista corta en inglés y sin subtítulos. Esta será mi forma de “medir” a final de año, si lo he conseguido o no.
Escribo porque…
Esta es mi parte favorita del post, así que allá voy. Voy a contarte por qué me gusta escribir estás mierdas por aquí.
La idea de base, no es mía, la escuché hace unas semanas en el pódcast Kapital, de Joan Tubau, mientras entrevistaba a Pablo D’Ors, pero me pareció magnífica, así que se la robo, y tras pensarlo mucho, aquí van los motivos por los cuales escribo.
Escribo, no para contar lo que he vivido en el pasado (que a veces también), sino para aclarar ideas y proyectar como quiero vivir en el futuro.
Escribo, para vaciarme, para pensar. Para hacer el esfuerzo y obligarme a pensar en cómo quiero vivir, cómo quiero ser.
Escribo para proyectar el futuro de mi vida y traerlo al presente lo más rápido posible, y como te decía, no para contar cosas del pasado.
Escribo con la esperanza de que esa escritura sea profética. Para poder leer estas palabras dentro de 10 años y pensar “joder, lo sabía”.
Escribo con la esperanza de que cuando eche la vista atrás, y lea esto dentro de 10 años, me enorgullezca del punto de partida y de dónde he llegado.
Por eso escribo. Y lo hago público por el simple hecho de que eso aumenta mi compromiso.
Es un ejercicio muy egoísta, ya que realmente no escribo para que me leas, si no escribo para leerme yo, pero sea egoísta o no, es así.
No escribo para cambiarte la vida, sino para cambiar la mía.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: Feliz año nuevo.
PD2: Si quieres compartir algún propósito conmigo, te leeré encantado.
Si leerme esto te ha aportado algo, puedes compartirlo. Te llevará 2 minutos hacerlo, 40 veces menos que a mí escribirlo.
Me ha gustado mucho tu post. En cuanto a los 10.000 pasos, yo acabo muchas noches dándole vueltas a mi salón, porque vivo en Múnich y aquí hace un frío de cojones para hacerlo por la calle.
Si quieres aprender a tocar el piano, échale un ojo a „musihacks „, el curso de Jaime Altozano. Yo se lo regalé a mi mujer.