Generalmente, escribo los domingos, y hoy no es domingo, así que ya te haces una idea de que es un post algo especial.
A esta situación especial, debes añadir que el domingo pasado no publiqué nada, por primera vez en bastante tiempo. Podría decirte que es que no me da la vida, y sería la pura verdad, pero prefiero decirte, que he elegido hacer otras cosas, que también es verdad.
Una de ellas, lo de Luis Miguel, que ahora te cuento.
Las últimas 5 o 6 semanas, he escrito los post de esta newsletter, o los domingos por la tarde, ya que mi mujer se iba con los niños a cosas de la falla (ellos son falleros, yo me voy a esquiar), o por las mañanas de sábado o domingo.
El domingo pasado, cuando me quedé solo en casa, me preparé mi flat white descafeinado, abrí el ordenador, y me disponía a escribir una dispersión… me invadió una sensación de agobio importante, por todo curro que sabía tenía esa semana (y sigo teniendo, luego te cuento).
El calor en el centro del pecho era intenso y no pude frenarlo, así que me puse a adelantar trabajo. Me dije, “bueno, esto es más importante que publicar una de mis filosofadas”.
Ayer, la situación pintaba similar, y en esas, que me llamo mi mujer y me dijo, “Fran, que voy a casa. Cesc está en la falla, y Pol se ha dormido con mi hermana y tardará en despertarse”.
Después de solucionar unos “temas pendientes” que teníamos… mi mujer me pregunto si iba a ponerme a trabajar hasta hora de recoger a los peques, y cuando estaba a punto de decirle que sí, que tenía mucho curro y quería adelantar… le dije:
“No. ¿Nos ponemos un capítulo de Luis Miguel?”
Para te hagas una idea, llevamos, no sé… unos 4 meses, con la serie de Luis Miguel, y hemos visto 14 capítulos, creo. Y siempre es porque cuando tenemos un rato tranquilo, o prefiero leer, o prefiero dormir, o me digo que tengo que trabajar.
Y en esta última frase hay mucho jugo, así que la voy a repetir, “me digo que tengo que trabajar”.
Me estoy leyendo La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han, un filósofo surcoreano, y en la primera parte del libro (aún no he llegado a la mitad), ya habla de como la sociedad ha cambiado hacia una sociedad cuya única meta es el rendimiento, la productividad, y en como nosotros mismo, somos a la vez el jefe explotador y el trabajador explotado.
Cosa que creo que se lleva al máximo exponente cuando eres emprendedor.
La sociedad de trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas obligaciones. La dialéctica del amo y el esclavo no conduce finalmente a aquella sociedad en la que todo aquel que sea apto para el ocio es un ser libre, sino más bien a una sociedad de trabajo, en la que el amo mismo se ha convertido en esclavo del trabajo. Byung-Chul Han
Total, que ayer decidí no esclavizarme en cualquier tarea “productiva”, aposenté mi trasero en el sofá, le puse la mano en la pierna a mi mujer, y nos pusimos a ver a uno de mis cantantes favoritos de la infancia.
Mi madre era, y es, una fan brutal de Luis Miguel, y crecí escuchando sus boleros. Hay canciones que hoy, 20 años después, aún me las sé casi enteras.
Ya tendré tiempo de esclavizarme durante la semana, de eso no tengo duda.
Cuando conocí a Luis Miguel
Sí, conozco a Luis Miguel, pero no al cantante. Verás…
Cuando empecé a dar la brasa por Twitter, una de las primeras cuentas que seguí, fue la de Luis Miguel, alguien que tiene un par de proyectos que me gustan mucho.
Una newsletter que se llama Empleado Emprendedor, donde comparte lo que sabe sobre emprender mientras trabajas por cuenta ajena. Como él dice, “es una tarea titánica”, y estoy de acuerdo. Yo lo hice durante 2020, y mi hijo mayor llamaba papá a mi cuñado (no es broma), pero valió la pena.
Si estás en una situación así, dale un vistazo a la newsletter de Luis Miguel, que te gustará.
O eso creo.
Me vo a lleval un pal antes de ilme
Quería recomendarte algo más antes de cerrar con el post. Si esto de las newsletters es algo que te gusta, y en algún momento has pensado en montar la tuya, o si ya la tienes, tienes que conocer a Chus Naharro. Seguramente sea la persona que más sabe sobre newsletters de este país.
Te diría que directamente entrases en su comunidad de pago, porque yo estoy dentro y te diría que es en las pocas comunidades que tengo actividad y que merece la pena, pero bueno, igual pensarías que me llevo algo, así que entra en la newsletter, que escribe todos los martes, y juzgas tú mismo.
Ojo, que no pasaría nada si me llevase algo por estas recomendaciones, pero no es el caso.
Ni creo que lo sea nunca la verdad. Al menos, si no soy yo cliente y haya consumido eso que recomiendo. Eso de los afiliados porque si… ufff me da mucha grima.
Y acabo contándote porque tengo tanto curro estas últimas dos semanas.
El motivo es que estoy lanzando algo nuevo en mi negocio. Algo que sí o sí, quería hacer antes de final de año, porque llevo dándole vueltas desde hace muchos meses, así que saqué el látigo, y empecé a darme de hostias hasta que lo preparé, y lo empecé a vender.
Se trata de un curso, con un acompañamiento muy top, para aquellos que quieran empezar un negocio online, o que el que tienen no acaba de funcionarles bien, porque no sé si lo sabes, pero el 50% de los negocios online, fracasan antes de los 2 años. Muy heavy este dato. Cómo he conseguido no ser de ese 50%, y que cada año me vaya mejor, quiero compartir lo que sé y como he hecho las cosas.
Solo eso. Todo eso.
Nos leemos próximamente, previa explotación semanal, por supuesto.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: El curso estará a la venta hasta el 23/11 a las 23:59h, luego dejaré de darme latigazos, y se los daré a los que entren.
Grandes recomendaciones 😉😉
Hola. Muy buenas. El libro "La sociedad del cansancio" lo tengo pendiente para leer. Al parecer, el filósofo que lo escribe la está petando.
Un abrazo desde Alicante Fran.