Creo que la gente tiene idealizada la paternidad, y el que no es padre, no tiene ni la más ligera idea de lo que esto supone.
Detrás de la foto perfecta que ves en Instagram, de un niño jugando en la playa con los cubos de arena, muchas veces hay 1 hora de estrés, lloros, gritos, y llevar más trastos encima que cuando haces una mudanza.
Pero la gente lo que ve es la foto bonita del Instagram de los cojones.
Mira, ser padre, al menos para mí, es algo espectacular.
Desde bien joven he tenido clarísimo que quería serlo, y creo que uno de mis propósitos vitales es conseguir que mis dos hijos sean felices, pero sinceramente creo, que al menos, cuando son pequeños, pues no mola tanto.
A mí los bebes no me gustan. Me gustan los niños, a partir de los 4-5 años, con los que ya puedes interactuar, ya entienden cosas, ya puedes enseñarles, ya son más independientes… ¿Pero un bebé?
(Y esto te lo digo mientras tengo uno de 5 meses).
Y ya sé, que si digo que me gustaría que tuviese ya 5 años, me saldrán a decir que aproveche cada día con él ahora, que eso no vuelve.
Y sí, eso hago.
Aprovechar y saborear cada noche mal dormida.
Aprovechar, y no saborear, cada mierda en el pañal que sale por todos lados.
Aprovechar y disfrutar de los cantos de sirena, pero no de una sirena del mar, más bien como una sirena de la policía, cuando de repente, y sin motivo aparente, se pone a berrear como si no hubiese un mañana.
Si no fuese por lo achucables y besuqueables que son cuando están dormidos o tranquilos, de verdad, no sé qué gracia le ve la gente a los bebés.
Pero como te decía, cuando son más mayores, la cosa cambia mucho, y ahí yo lo disfruto mucho más.
Ser padre y autónomo, es un deporte de riesgo.
Nunca he entendido muy bien la moda esa de decir que la gente emprende y se monta su negocio por sus hijos. Para pasar más tiempo con ellos.
Ahora, no es que no lo entienda, es que me da la risa.
Supongo que eso lo deben de decir autónomos que no tiene mucho trabajo.
Yo trabajo desde casa, y soy autónomo, y sí, supongo que paso más tiempo que la media con mis hijos, pero desconectar… eso ya es otro tema.
Cuando trabajaba por cuenta ajena, no podía llevarlo al cole, y ahora si, y la verdad que es algo que me gusta mucho, pero vamos, que eso de que así trabajas menos y estás tiempo con ellos…
No sé, igual soy yo, que no me lo monto bien.
Si mi trabajo lo eligiese 100% pensando en mis hijos, sin duda sería funcionario.
Trabajaría de 8 a 15, ganaría mi salario para poder vivir más o menos bien, y el resto del día con mis hijos… ¿Pero autónomo? ¿Emprendedor?
Que sí, que iré a sus festivales del cole, está claro, pero también pasaré muchos ratos con ellos en los que estaré pendiente del puto email, o de que la web de un cliente no funciona.
Y hablando de ser padre…
Hablemos de ser madre a los 68 años y de una reflexión que quiero hacer al respecto, y que la verdad, no me atrevo a hacer por Twitter, pero me gustaría.
La señora Ana Obregón, se fue a Miami y se compró un bebé.
Le han caído palos por doquier, y además, ha reabierto en España el debate de la gestación subrogada.
No es mi intención aquí expresar mi opinión al respecto, porque la verdad, no sé si tengo una opinión formada sobre ello.
Además, cada día pienso más que no debemos tener una opinión de todo, porque es imposible tener una opinión bien formada sobre todo, y, por tanto, la mitad de las opiniones son basura, mal argumentada.
Pero lo que si tengo es una reflexión, que igual te parece dispersa, pero quiero compartir contigo.
Han salido tropecientas personas, mujeres y hombres, diciendo que la gestación subrogada es una forma de explotación y maltrato a la mujer.
Ni lo discuto ni lo afirmo, pero ahora tengo una pregunta para todas esas personas…
“¿Tenéis ropa de Zara? (Quién dice Zara dice cualquier marca de ropa fast fashion del mercado).”
Porque si la respuesta es que sí, no sé si esas personas saben donde y en qué condiciones, se fabrica la mayor parte de la ropa de mierda que fabrican estas marcas.
Repito, con esto, no tengo más intención que hacer reflexionar sobre las, muchas veces incoherentes, “opiniones” que expresamos.
Y ojo, aquí, incoherencias e incongruencias, tenemos todos.
No sé donde he escrito esto, pero hay una frase que me gusta mucho y es:
“La única posición coherente que puedo adoptar, en algún momento, seré incoherente”.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó