Esta semana ha pasado algo que ha sido importante para mí, y que quiero compartir contigo.
Verás…
Hay una posibilidad, de entre un 30 y 40%, de que este sea el primer post de esta newsletter que lees, por tanto, antes de seguir creo que debo de darte la bienvenida.
¿Por qué lo digo?
Te cuento.
Esta newsletter era, y sigue siendo, bastante pequeña, pero el martes pasado, de forma totalmente orgánica, Luis, de Cazadividendos, decidió mencionarla en la edición semanal de, en mi opinión, la mejor newsletter semanal sobre inversiones que hay en habla hispana (de verdad que no he visto nada tan completo por ahí y gratis).
La newsletter de Luis cuenta con muchísimos, pero muchísimos suscriptores, y además, tras ver el resultado de esa mención, puedo decirte que son suscriptores fieles, y de calidad. Suscriptores que saben que si Luis hace una mención, la hace de corazón y porque le gusta lo que menciona.
Y eso, amigos míos, solo se consigue aportando la barbaridad de valor que aporta este hombre en su publicación semanal.
Total, que gracias a esa mención, estas dispersiones han pasado de tener, algo menos de 200 lectores, a tener a día de hoy bastantes más de 300.
(Luego te cuento como surgió la mención).
Soy consciente que esto es una newsletter que no monetizo, y que en teoría me da igual que me lean 200 que 2.000, ya que escribo porque me gusta compartir, pero la verdad es que no me da igual.
Escribo porque me gusta, pero si me leen 300, mejor que 200, porque cada publicación lleva mucho trabajo (pensar, escribir, estructurar, reescribir, repensar…), y ojalá llegue el día que me lean 30.000.
Ahora te explico por qué digo esto.
Propósito
Si eres de los pre-mención, sabrás que estoy trabajando mucho en busca de mi propósito (de hecho el primer post sobre esto veo que lo escribí en marzo). O al menos de intentar definirlo poco a poco.
Si eres de los post-mención, pues ya lo sabes.
Dentro de esa introspección que estoy haciendo, se repite mucho una idea en mi cabeza (y echando la vista hacia atrás veo que llevo años ahí). La necesidad de comunicar e impactar a mucha gente. El tema es… ¿Comunicar sobre qué?
La respuesta a esa pregunta parece fácil… “sobre lo que te apasione Fran”.
Pero claro… ¿Qué haces cuando te interesan muchas cosas distintas, y además, estas cambian de cada X tiempo?
¿Ya le ves más sentido al nombre de la newsletter no?
Si has leído los últimos posts, verás que lo que me está “apasionando” ahora son temas de desarrollo personal, psicología, propósito, estoicismo… y por eso escribo tanto sobre esto. Y creo que lo seguiré haciendo.
Vamos con la reciprocidad, digo con lo de la mención.
No sé si fue porque hace poco leí el libro de Influencia de R. Cialdini, o si fue porque estoy en un momento vital distinto (menos marketero creo), pero hace un tiempo, después de cruzar un par de emails con Luis, le envié un email dándole algunos consejos que yo creía que harían mejorar su membresía.
(Por si no lo sabes, me gano la vida como especialista en negocios de membresía. Negocios de suscripción)
Lo hice de forma totalmente desinteresada y natural. Igual que si hubiésemos estado tomando un café y charlando de membresías. Sinceramente, lo hice sin esperar nada a cambio. Me nació así.
Unas semanas después de eso, me envió un mensaje por Telegram y me dijo que iba a hablar en su próxima newsletter, de dispersarse, de procrastinar, y que si me parecía bien que me mencionase, ya que encajaba a la perfección.
Por supuesto, le dije que sí, y el resultado ha sido literalmente la hostia.
Pero no acaba aquí.
La acción de generosidad de Luis, ha tenido un efecto dominó. Como la onda expansiva de una bomba nuclear, porque no he sido yo solo el que ha ganado suscriptores.
El día siguiente de la mención, las tres personas cuyas newsletters tengo como recomendadas en Substack, estaban flipando y me hablaron por Telegram para decirme que qué cojones había hecho, que les había llevado más de 30 suscriptores en un día.
Y termino.
Como alguien que se dedica al marketing, que tiene su negocio online, muchas veces me vuelvo loco pensando en estrategias, y en historias para conseguir leads, ventas, visibilidad y su puta madre.
Y está bien, no digo que no.
Pero hoy, también quiero decir que no todo va de eso. Hay más.
Hay naturalidad, hay generosidad, hay reciprocidad, hay humanidad.
Si no, mira todo lo que ha generado una simple conversación.
Un abrazo muy disperso,
Fran Lledó
PD: Una vez más, gracias Luis.
PD2: Como te he dicho, me encantaría que esto lo leyesen tropecientasmil personas, así que me faltan muchas. Una de las formas para crecer, es incentivándote a ti de algún modo para que compartas estos posts/emails, así que la pregunta ahora es…
Enhorabuena Fran también leo a Luis y comparto contigo que el valor que da es espectacular .
Me acuerdo de uno especialmente , contaba la paradoja de los elefantes y las cadenas que los unen a un pequeño palo.
Y como lo ligaba a lo que quería decir de una manera espectacular
Y mira por donde , hace unos días leía una historia similar en el libro “The Adweek ... de Joe Sugarman .
Mucho trabajo por detrás y se nota